domingo, 30 de noviembre de 2008

'valer la pena' o cómo combatir el arrepentimiento.



Y llevo unos días pensando si de verdad algo ha valido la pena. 'Valer la pena' es una expresión que siempre me ha hecho mucha gracia. ¿Qué es 'valer la pena' exactamente? 'Valer la pena' es como cuando te apetece mucho un helado de chocolate y está todo cerrado y mueves cielo y tierra para conseguirlo. Y lo consigues. Y te lo zampas. Y ya... pues eres un poquito más feliz por dos míseros minutos. ¿No? A lo mejor esto es un poco superficial. Pero si lo hacemos un poco más profundo, 'valer la pena' sería vivir sin pensar -demasiado- en las consecuencias a la hora de actuar, de vivir, o saber aceptar las consecuencias de nuestros actos, y tomárnoslo con calma.
Ya sabes, 'con la calma...' ¿O es al revés? No lo sé, ya se sabe que el orden de los factores no altera el producto.
Lo malo de preguntarse si algo 'ha valido la pena' es que siempre se mezcla instintivamente con eso llamado 'arrepentimiento', y es entonces cuando se convierte en algo verdaderamente jodido. 'Valer la pena' también es un motor que nos puede ayudar a tomar decisiones, pero una vez más te la puedes jugar porque en el futuro ya está rondando el 'arrepentimiento'.
Actúas y piensas. Piensas y actúas. Lo hagas como lo hagas, más tarde pasarás por el trámite de la pregunta ¿ha valido la pena? Si la respuesta es sí, todo lo demás sobra. Si la respuesta es 'no', ya se presenta el arrepentimiento e insisto, la has cagado. Pero la única solución, como en todo, es echarle huevos, y aceptarlo, que no será ni la primera ni la última vez que te arrepentientas...
Y ahora retomando la primera frase de la pequeña historia de mi vida, creo que si sigo pensando, llegará de un momento a otro el amigo 'arrepentimiento' y como que me da cierta pereza retomar algo que ya está bastante quemado...

miércoles, 26 de noviembre de 2008

nostalgia en el suit (sweet)


Que sí, que la foto es apestosa, pero lo que nos gusta es lo que llevamos dentro: amor del bueno. De ese que te hace olvidar el reloj, y dar vueltas en el café mientras recuerdas tu vida, la vida. Y en esto que llega la nostalgia, se da un rulo por el garito de siempre y antes de que se haya ido, ya lo hemos hecho nosotras... o no, porque nos acompaña hasta momentos como por ejemplo... este.